Me pasó en el verano, fuimos a acompañar a una amiga a hacerse un fondo de ojos y luego fuimos a tomar algo a la plaza de Luján.
Mabel soñaba con los diseños de una pequeña zapatería a una cuadra alrededor de la plaza.
La acompañamos y nos probamos todo!!!
Eran unos diseños muy buenos...
Un día, tuve una reunión en Luján y pasé a saludar a las chicas y ver los diseños de invierno...
Y me enamoré de unas botitas de charol negras...
Y se fueron conmigo, no les pude decir que no.
De paseo por Capital, tuve un percance con mis botitas y fui a ver si las chicas me podían ayudar.
Y me asombraron con la calidad del servicio, ni un cuestionamiento, un servicio y una calidad de atención a la que no estamos acostumbradas...
Simplemente sin mediar recursos, me solucionaron el problema en 10 minutos.
Me fidelizaron, ahora soy su clienta satisfecha y estoy feliz de serlo
